miércoles, 28 de enero de 2009

Electra en el espejo / Clitemnestra del otro lado

Paren piedras los desiertos de este país: la tierra se secó, el amor se secó, alrededor nada, las piedras cantan siglos, las flores irradian quimeras.
Nada hay para ver: escucho la pronunciación del nombre, el nombre es falso, las piedras guardan secretos, esos secretos sangran por las muñecas, las muñecas rotas de guardar secretos, la piel inquieta de golpes antiguos, el amor se secó y se quedó quieto.
La mirada perdida de una niña olvidada: olvidada de si y con los pies cansados, los pies cansados de correr, la niña perdida olvida el golpe y la piedra lo come, la piedra abre la boca, es inmensa la boca de la piedra, las olas se callan, el agua guarda secretos, las paredes nunca hablaron, las puertas siempre cerradas, la casa insomne declara la guerra, la niña cierra los ojos, se come las piedras, las piedras que guardan secretos.
El silencio habita en el cuerpo: el cuerpo enloquece y pide refuerzos, la bruma de la noche enloquece y da reposo, el desierto ingresa por la puerta delantera, el amor se secó y sembrar no sirve de nada, el hambre no cesa, el hambre es voraz, la niña tararea poemas, olvida visiones y ahoga peces muertos, mariposas habitan la casa, la casa callada, las piedras mudas, el tiempo detenido, la niña olvidada, la puerta en el medio de la casa, la luz se apaga, el amor se secó, ya se secó.

Dentro de la casa, el espejo se ensancha y deja entrar el oscuro perfil de cada día tuyo. Vendada en tules negros, me miro una y otra vez, una y otra vez, y nada sale de mis pechos más que sangre fétida, putrefacta, muerta sin haber conocido olores más felices.
El espejo me devuelve una imagen horrible, espantosa, de mí, de vos, de todo. Te haces más bella gracias a mis veladuras, a mis desgarros, a mi incondicional silencio tras las ventanas de esta casa oscura.

Esta casa, inmensa, invisible, desaparecida, abismal, está llena de susurros. Esos susurros nombran crímenes viejos, insatisfechos, quejosos, resentidos. Esta casa dice tus muertes y las del desierto de este país.

Esta casa es mi muerte.

3 comentarios:

Euge dijo...

Ohh Dani!! Fantástico cómo escribis!! Me olvidé de agradecerte el comentario en mi blog! Voy a recomendar el tuyo aunque yo no sea tan famosa, je, está muy buenoo, también vi los otros dos, FELICITACIONES!! besote!

principio de incertidumbre dijo...

pero tomá todo lo que gustes de mi blog...

Saludos, ladani, ¡tanto tiempo!

yo dijo...

"sin haber conocido olores más felices"