domingo, 7 de octubre de 2007

Dos lecturas teatrales

Y nadie se da cuenta de que si el teatro
no incomoda (gratamente en
ocasiones, no desdeñemos el masoquismo
del público) no está pasando nada.
Y la vida es muy breve como
para que no pase nada.
Sólo debemos escribir aquello que
nos cambie la vida.
Ética de ascetas.
Etica también de libertinos.
Pero renunciamos una y otra vez.
Nos falta coraje. Nos acobardamos.
Nos aterra saltar al vacío.


Frag. de La dramaturgia como sacrificio, del dramaturgo y director chileno Marco Antonio de la Parra.


Mujer: Me han colocado en las manos, durante toda una vida, millones de objetos terminados, minuciosamente acabados. ¿Y si no estoy hecha yo para esos objetos?
Nunca os lo habéis preguntado, vosotros, inventores de la talla única.
Me acabará creciendo el pelo y las uñas hacia adentro. Será mi mejor forma de apartarme.
Frag. de Matando horas, obra del director y dramaturgo Rodrigo García.

3 comentarios:

maria a secas dijo...

ey esto es alucinante!!!

luks dijo...

ta bueno
y tambien uno piensa que todo todo arte o proceso creativo, si no incomoda un poco, no?

muy buenopasar por aca siempre

usinantes dijo...

hola dani, soy la paula ferrer, te acordás? te encontre por la sole san ma, un beso grande. hermoso tu blog