Credo.
Las infinitas
cosas diminutas. Por una vez
respirar tan sólo
a la luz
de las infinitas
cosas diminutas
que nos rodean. O nada
logra romper
la atracción de esta oscuridad, el ojo
descubrirá que no somos
sino aquello que nos ha hecho
menos de lo que somos. No decir nada. Decir:
nuestras propias vidas
dependen de ello.
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6 comentarios:
te gusta Auster? No lei nada de él, sin embargo me dijeron que es muy bueno en sus letras.
Esta poesía es loca, da para pensar y darle vueltas como una calesita.
Besos D!
uhH!
( como hago para NO repetir lo del ANGULO?)
q libro es ese,che?
Lo de las cosas diminutas me encanta... aunque reconozco, que la poesía de Auster no me emociona... Pero me produjo muchísima curiosidad saber que también escribía poesía. Los gustos en poesía son como la comida: no dependen de lo buena que esté... (sí, ya sé que la metáfora es un poco pobre pero seguro que sabrás perdonarme) Besos, ladani
ey ey ey
ey ey ey
ey ey ey
ultimante paso por aca y se me meten los textos por los ojos y deambulan por todo el cuerpo durante dias sin descanso....ey que bueno!!! que bueno chep!!!!
Me quedo con ese verso final:
decir nuestras propias vidas
sin medida y dejándonos llevar, como un misterio que nos emociona en su elocuencia.
Un abrazo
Gracias Dani por pasarte por el blog, me encanta Paul Auster soy una fiel seguidora de sus novelas.
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